Escuchamos el término ansiedad por todos lados este último tiempo, ¿está de “moda”? ¿saben qué es la ansiedad?

Hoy les venimos a hablar de ella. Muchas veces nos pasa en el consultorio, que pacientes llegan a la primera consulta y nos dicen: “tengo ansiedad”, “tengo ataques de pánico”, y cuando se les pregunta por el diagnóstico, nos dicen que la información la obtuvieron de las redes sociales. Esto nos preocupa, porque no es algo que podemos decidir solos, es mucho más complejo, y por esto es fundamental antes de etiquetarse, consultar a un profesional.

Si vamos a hablar de ansiedad, nos parece importante diferenciarla del miedo. El mismo se produce como respuesta adaptativa/sana a una amenaza percibida para la propia seguridad física o psíquica. Advierte y prepara al organismo para la respuesta contra los peligros y ante las emergencias.

El trastorno de ansiedad, en cambio, es una preocupación excesiva y continua ante sucesos y/o eventos, que pueden ser comunes de rutina. Es una preocupación exagerada a la situación actual, difícil de controlar y que influye en nuestro comportamiento, cuerpo y emociones.

Qué pasa cuando decimos: “estoy ansioso/a por la prueba que tengo mañana”, “estoy ansioso/a por la entrevista de trabajo”… Estos ejemplos no refieren a un trastorno, hablan de lo que se denomina ansiedad normal, donde se activa el sistema defensivo frente a una situación de peligro real para uno.

¿Dónde ubicamos el ataque de pánico?

El ataque de pánico se encuentra dentro del trastorno de ansiedad. Se caracteriza por un exceso brusco de miedo o malestar intenso. Puede aparecer en cualquier momento, aunque no haya nada que temer. Suele durar unos minutos, la persona puede sentir que le falta el aire, que va a sufrir un ataque cardíaco, que se va a desmayar y tienen la sensación de que algo malo les va a pasar.

¿Qué síntomas presenta una persona que padece de trastorno de ansiedad?

Síntomas cognitivos (pensamientos):

  • Preocupación excesiva: Desproporcionada respecto a los eventos que la desencadenan y suele ocurrir como respuesta a situaciones normales y cotidianas. (ejemplo: hacer la cola en un banco, viajar en colectivo, juntarse con amigos)
  • Sensación de amenaza o peligro
  • Huir
  • Evitación: Refiere a evitar los lugares o situaciones que generan ansiedad. Esto puede generar aislamiento.
  • Dificultad para concentrarse
  • Irritabilidad
  • Problemas para conciliar el sueño

Síntomas somáticos:

  • Agitación
  • Aumento del ritmo cardíaco
  • Respiración acelerada
  • Sudoración
  • Temblores
  • Náuseas
  • Molestias digestivas
  • Sensación de mareo
  • Falta de aire
  • Opresión en el pecho

Es importante poder consultar a un profesional si alguien presenta alguno de los síntomas expuestos. El simple hecho de entender y saber que otro nos comprende es fundamental.