El síndrome de Burnout o “síndrome del trabajador quemado”, está relacionado con una respuesta de estrés crónico en el trabajo.
Muchos trabajadores sienten hartazgo en algún momento de su vida laboral.

Ya sea por discusiones con los jefes, acumulación de responsabilidades, presiones, falta de reconocimiento de su tarea, saturación por las exigencias, agobio por los plazos de entrega, entre otros.
Es un trastorno emocional y psicológico que empeora gradualmente.
Los síntomas principales son el progresivo agotamiento físico y mental, falta absoluta de motivación, baja autoestima, estado permanente de nerviosismo, dificultad para concentrarse y comportamientos agresivos.
Como consecuencias puede bajar las defensas, subir la presión, depresión, ansiedad, contracturas musculares severas, entre otras.
Sugerimos administrar factores estresantes, evaluar las opciones, trabajar la actitud, principalmente estableciendo relaciones positivas con los/as compañeros/as para lograr mejores resultados.

Tomar descansos cortos durante el día y pasar tiempo fuera de la oficina.

Revisar intereses, habilidades y pasiones para considerar quizás un trabajo alternativo.
También proponemos para superar estos síntomas y prevenir enfermedades no deseables, una buena alimentación, ocho horas de descanso, organizar de otra manera las obligaciones, hacer ejercicio y una terapia donde el paciente se sienta contenido, alojado y relajado.
Principalmente que lo ayude a reconocer lo que puede cambiar, a modificar su perspectiva y a detectar lo que lo hace disfrutar.