¿Qué es? La neuroplasticidad o plasticidad cerebral es una propiedad del sistema nervioso. Se trata de la capacidad del cerebro humano de moldearse durante toda la vida. De elaborar nuevos circuitos y conexiones neuronales, optimizando el funcionamiento de las redes cerebrales.
Es un proceso de gran complejidad que persiste a lo largo de la vida, tanto en el desarrollo humano como luego de una lesión, permitiendo remodelar y regenerar mapas cerebrales. Es decir que podemos adaptarnos a los cambios externos e internos.
Gracias a técnicas de neuroimagen cerebral se ha podido observar la dinámica del sistema nervioso central, su funcionamiento y estructura, determinando que el cerebro es flexible y modificable.
Es decir que nuestro cerebro tiene la capacidad de crear nuevas conexiones neuronales y, con ellas, mejorar la memoria, la agilidad mental o la capacidad de aprendizaje. La neuroplasticidad se puede entrenar, tal como entrenamos el cuerpo, practicar actividad física actúa como un rejuvenecedor para tu cerebro. Otra manera de ejercitarla es ver y escuchar cosas nuevas, el acceso a la novedad. Usar la mano no dominante para tareas cotidianas también es un buen recurso, como cepillarse los dientes con la zurda si sos diestro o al revés. Incluso dormir es importante y necesario, el sueño es un periodo totalmente activo para el cerebro. Todos estos ejercicios hacen que el cerebro, que en realidad es un músculo, sea menos rígido, lo que favorece la creación de nuevas conexiones neuronales.
Trabajar la neuroplasticidad tiene muchos efectos positivos, como la adquisición de nuevas capacidades, la mejora en capacidades cognitivas y comunicaciones más eficientes entre redes neuronales.
Y decimos que tiene plasticidad o neuroplasticidad porque es capaz de crear nuevas conexiones neuronales, reorganizar las rutas que ya existen e incluso generar nuevas. Basta con activar tu cerebro de la forma adecuada.
Por el contrario si no estimulamos el cerebro las conexiones neuronales se acaban perdiendo, lo que no se utiliza se poda. Hay factores que perjudican la neuroplasticidad, como dormir mal y no tener momentos para desconectar. La falta de actividad física. El estrés, la ansiedad y la depresión. Fumar y tomar en exceso. Una dieta rica en grasas saturadas y azúcares. Tener pocas relaciones sociales o no salir.