La empatía es clave a la hora de hablar de solidaridad. Poder escuchar, comprender y respetar son tres pilares fundamentales, pero entonces: ¿Por qué nos ayudamos? ¿Qué sentimos cuando lo hacemos? ¿De qué manera podemos empatizar con el otro?.
Mi nombre es Martín y desde el 2015, junto a mis amig@s Maia y Sebastián, realizamos proyectos socioeducativos en diferentes escuelas rurales del país. Comenzamos como un proyecto solidario y con los años logramos convertirnos en Asociación Civil Verte Reir Federal. Nuestro objetivo es poder dejar una huella solidaria en cada provincia de Argentina.
Los primeros pasos los hicimos en la Escuela Rural 808, Pampa del Indio, Chaco. Allí construimos una plaza de juegos para sus 37 alumn@s, luego de haber ganado un concurso radial y con ayuda económica de familiares y amig@s juntamos el dinero que nos faltaba. En 2017 decidimos viajar al paraje Campo La Escondida, Santa Fé y construir un playón deportivo para la Escuela 81 y entregar bicicletas para todo el alumnado. Un año después, conocimos a l@s 11 alumn@s de la Escuela 138 del Paraje El Guanaco, La Pampa. Además de conseguir fondos económicos para que pudieran realizar viajes educativos, logramos equipar el laboratorio de ciencias. En 2019, junto al Club de Leones de General Roca, realizamos una plaza de juegos sustentable para la Escuela Rural 209, sita en el Paraje Comicó, Río Negro. Durante la Pandemia, aprovechamos el párate y nos ocupamos de conseguir el tan ansiado estado jurídico y formalizar lo que hacía años deseábamos, ser ONG. Hace unas semanas y después de un trabajo minucioso y perseverante cerramos un proyecto súper ambicioso. Con ayuda de cientos de personas, conseguimos construir una torre de internet de 42 metros de alto para l@s 32 alumn@s de la Escuela Rural 23 del Paraje Colonia Yeruá, Entre Ríos. Aprendimos que las utopías no existen y los sueños están para ser cumplidos.
Cada vez que volvemos de alguna escuela, nos miramos y entendemos que nuestra inconsciencia nos lleva a disfrutar de todo lo que hacemos y sabemos bien que nadie ni nada nos apura para cumplir nuestra misión. En estos 7 años hemos aprendido a empatizar, comprender, respetar y escuchar las necesidades de las diferentes escuelas y su comunidad educativa. Coincidimos que ayudar, nos hace bien, pero ¿por qué? Es importante destacar la relación entre solidaridad y felicidad. Cuando uno hace el bien de manera desinteresada, se libera y activa la Oxitocina, hormona del placer, la cual aumenta considerablemente cada vez que ayudamos a un tercero. No caben dudas que quien ayuda al otro, también se ayuda a uno mismo, no quedan dudas que ayudarnos, hace bien.
vertereirfederal.org.ar / @vertereirsolidario