Es la capacidad de reconocer, identificar y entender nuestros sentimientos y los de los demás. Nos impulsa a la autorreflexión, nos permite motivar/nos a manejar nuestro vínculos y regular nuestras emociones de forma apropiada.

Nunca es tarde para trabajar sobre nuestra inteligencia emocional, e incorporar herramientas para mejorarla en cualquier momento de la vida.

Tenemos dos mentes, una mente que siente y otra que piensa. Cuando ambas están en armonía nos permiten tomar mejores decisiones y tener comportamientos asertivos.

En la evolución del hombre las emociones existieron antes que el pensamiento, es por eso que el cerebro emocional responde más rápido que el cerebro racional.

Las emociones son impulsos que nos llevan a actuar.

No hay habilidad psicológica más esencial que la de resistir al impulso

Controlar nuestras emociones no significa reprimirlas, sino dirigirlas y manejarlas. Esto hace que tengamos más resultados satisfactorios en nuestras vidas.

El logro real no depende tanto del talento como de la capacidad de seguir adelante a pesar de la coyuntura. Es decir, que el coeficiente intelectual por sí solo, no determina éxitos futuros.

5 pilares para optimizar nuestra inteligencia emocional:

  • Autoconocimiento:

Entender nuestras propias emociones y sentimientos, ser conscientes de nuestro estado anímico, teniendo conocimiento sobre la causa del mismo. Reconocer el modo en que nuestras emociones afectan la manera en que actuamos y tomamos decisiones. Consiste además en tener una visión clara de los puntos que debemos fortalecer y la capacidad de aprender de la experiencia.

  • Autorregulación:

Manejar y dirigir nuestras emociones. Preguntarme qué es lo peor que me puede pasar si las cosas no salen como las esperaba. Ganarle a los comportamientos irracionales como gritar, insultar, golpear, y reemplazarlos con respuestas asertivas como salir a escuchar música, caminar o buscar distractores como puede ser ver una película.

  • Motivación:

Estar incentivado sin depender de los resultados y evitando la gratificación inmediata. Buscar un fin o una meta, que nos motorice para realizar determinadas acciones que nos entusiasmen y desafíen.

  • Empatía:

Reconocer las emociones de los demás e intentar comprenderlas. Tener orientación hacia el servicio. Aceptar la diversidad y los diferentes puntos de vista que pueden coexistir. Criticar en forma constructiva brindando solución.

  • Habilidad social:

Tener flexibilidad y adaptabilidad en los vínculos interpersonales. Ser confiable y confiar. Estar comprometido con nuestras obligaciones. Ser claro y convincente al comunicar. Resolver desacuerdos. Inspirar y orientar. Aplicar la escucha activa y estar abiertos a escuchar nuevas ideas.

Algunas sugerencias:

  • Reconocer nuestras emociones y el impacto en lo que nos rodea. Concientizar qué nos están diciendo y nombrarlas: enojo, miedo, tristeza, alegría, etc
  • No tomar mal las críticas, si no escucharlas y tomar lo que consideremos importante.
  • Trabajar la aceptación con nosotros mismos, y adaptación de quiénes somos y quiénes queremos ser.
  • Retirarse en el momento justo y adecuado.
  • No quedarse con conclusiones que encierran la situación, si no abrir posibilidades.

Controlar las emociones genera menor desgaste psicológico, ayuda a enfrentar dificultades y cambios, generando así una mayor autoestima.